Viajar a Islandia: ¿Cómo moverse?
Explorar Islandia es como recorrer otro planeta que no es el nuestro. Estamos en tierra de glaciares, volcanes activos y playas de arena negra que parecen sacadas de una película de ciencia ficción. Sin embargo, moverse por este país de contrastes requiere una buena planificación, debido a sus condiciones climáticas extremas.
Antes de ponerte en marcha, consulta siempre el estado de la meteorología en vedur.is y las condiciones de las carreteras en road.is, ya que las tormentas, la nieve o los vientos fuertes pueden cambiar tus planes en cuestión de horas. Aquí te contamos las mejores formas de desplazarte para disfrutar de cada rincón, desde el aeropuerto hasta los imprescindibles que ver en Islandia.
Alquiler de coche: la mejor opción para explorar la isla
La forma más recomendada para moverse por Islandia es con un coche de alquiler. Esto te da la libertad para recorrer a tu ritmo los puntos de mayor interés a lo largo de la geografía islandesa.
Disponer de un coche te permitirá detenerte en cada punto de interés sin depender de horarios rígidos y podrás exprimir al máximo tu viaje a Islandia: disfrutando de un mayor número de lugares, pudiendo adaptar tu ruta dependiendo de las condiciones meteorológicas, permitiéndote salir en búsqueda de auroras boreales por las noches…
Recuerda que, si viajas en invierno, es imprescindible alquilar un vehículo equipado con neumáticos de invierno. Las carreteras secundarias pueden ser desafiantes, pero con un coche adecuado tendrás mayor seguridad.
Transporte público, limitado pero útil
Para quienes prefieren no conducir, existen opciones de transporte público, aunque limitadas. Desde el aeropuerto de Keflavík puedes tomar el FlyBus (aproximadamente 35 €) hasta Reikiavik, la capital. Desde allí, operan algunas líneas de autobús que conectan las principales ciudades y puntos turísticos, pero su frecuencia no es alta y suelen operar más en verano. La flexibilidad es menor, por lo que es ideal para quienes planean visitar lugares bien conectados o no tienen prisa.
Si tu objetivo es visitar áreas específicas, como la Península de Snæfellsnes, las excursiones privadas o en grupo desde Reikiavik son una alternativa práctica. Aunque menos económicas, ofrecen la comodidad de un guía que conoce bien la zona y no tendrás que preocuparte por conducir.
Excursiones privadas
Las excursiones privadas son otra buena opción si buscas una experiencia personalizada y prefieres delegar la logística. Estas actividades suelen incluir transporte desde Reikiavik y visitas a destinos populares como el Círculo Dorado, las playas negras del sur o las cuevas de hielo en Vatnajökull. Aunque menos flexibles, te permiten disfrutar de los paisajes con comodidad y acompañamiento de guías que conocen bien la zona.
Sin importar el medio de transporte que elijas, no olvides contratar un seguro de viaje antes de partir. Islandia es un destino seguro, pero el clima impredecible y la naturaleza remota hacen que sea mejor estar cubierto frente a cualquier imprevisto.
Moverse por Islandia requiere algo de planificación, pero las recompensas son inigualables. Ya sea conduciendo por cuenta propia o dejando que otros te lleven, aquí te esperan lugares de una belleza natural indescriptible.